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sábado, 13 de junio de 2009

Nocturna: festín sangriento made in México.




¡¡Por fin!! Qué ganas tenía de que alguien devolviese a los vampiros al lugar que les corresponde…harta estoy de vampiros enamorados, vegetarianos y sensibles, más byronianos que el propio Byron. Harta de Anne Rice, Sherrilyn Kenyon, Stephenie Meyer e incluso de Laurell K. Hamilton ( como ya he comentado, airada, con anterioridad). Al fin alguien ha reclamado a los vampiros para el lado oscuro y nos recuerda su naturaleza predadora y cruel, su sed monstruosa y sus pocos miramientos, unos hábitos de destrucción que últimamente parecían feudo de los zombies ( por cierto: desde aquí recomiendo que le deis una oportunidad a Amanecer de los muertos, de un Zack Snaider pre-300, la mejor peli de zombies que he visto en mucho tiempo ).
El vampiro vuelve a ser una amenaza. Una amenaza considerable. Y de la mano de uno de los creadores más interesantes de los últimos 20 años, Guillermo del Toro, personaje que conoce a la bestia como pocos. Tras haberse acercado a la maldad humana (“El espinazo del diablo” ), inhumana ( “Mimic” ) y vampírica ( “Cronos”, “Blade II” ), el director mejicano se decanta esta vez por la literatura para abrirnos las puertas de su curioso mundo.



La extraña herida de "Rabia" de David Cronemberg.



Nocturna es el primer libro de la Trilogía de la oscuridad (que continuará con Oscura y Eterna ) , destilado tras 15 años de darle vueltas a la historia. Así, ante la cantidad de material de que disponía, Del Toro optó por replantearse el proyecto y abogar por las artes de Chuck Hogan, un escritor estadounidense experto en bestsellers ( ganador del premio Hammet pero prácticamente un desconocido editorial en nuestro país ), para convertir semejante aluvión de material en un producto factible.
Nocturna comienza con un émulo del Demeter draculiano cuando un avión aterriza en extrañas circunstancias en el JFK de Nueva York. Una sombra antigua se cierne sobre la ciudad que nunca duerme desencadenando, paradójicamente, la pesadilla. El contagio se produce de modo exponencial y nadie está a salvo…de sus seres queridos. Y es que los muertos ( al modo de La familia del Vurdalak de Tolstoi ), desorientados, vuelven junto a aquellos que aman, al único hogar que conocen. La amenaza se cuela en casa con el aspecto enfermizo de alguien a quien creíamos perdido para siempre y, por supuesto, la recibimos entre lágrimas, con los brazos abiertos. Una nueva y terrible enfermedad se adueña así, de Nueva York. Una enfermedad altamente contagiosa que, de alguna manera, somete al vampiro a la luz de la ciencia ( ficción, añadiremos ). El vampirismo de Nocturna no es meramente sobrenatural: las capas y los colmillos mutan en enfermedad vírica y, además del poder de la plata o de la luz del sol, esta vez tendremos que echar mano de nuestra capacidad de suspender la incredulidad moderna y de creer de nuevo en todo aquello que se oculta en la oscuridad.
La voz de la tradición y el folklore viene de manos de un superviviente de los campos de concentración nazi, ahora un anciano prestamista que aguarda, expectante, el regreso del horror que conoció en el Viejo Mundo. A él se unirán dos expertos en control de enfermedades y un desratizador en una lucha que, a priori, parece perdida. Así que no os engañéis: aunque en Nocturna los vampiros puedan alinearse en varios bandos, ninguno de ellos se arrepiente lo más mínimo de su condición. Los unos por convencimiento, los otros porque ya no tienen modo de arrepentirse.

Los "segadores": el vampiro definitivo. Blade II.

Tampoco el lector. Nocturna despliega un ritmo frenético y una construcción cinematográfica que no permite el abandono de la lectura puesto que, aunque comienza muy despacio ( los escenarios se intercalan con un detalle que puede parecer irritante al lector impaciente ) avanza de un modo trepidante, rematado por un tour de force que acaba por dejarnos casi sin aliento…500 páginas que corren como por arte de magia y que tan sólo cubren tres días. Queda mucho por llegar.
De moment, disfrutaremos de todo lo bueno que tiene. Recuerda a veces a The Relic ( una de las mejores colaboraciones de Douglas Preston y Lincoln Child antes de volverse una caricatura de sí mismos ) y de El quinto día de Frank Schätzing, ambas muy cinematográficas y ágiles (la película viene dada: espero que no tarde en llegar a la pantalla). En el caso de The Relic, desgraciadamente, el film pasó sin pena ni gloria aunque considero que merece una revisión. Otra peli, esta vez de David Cronemberg, Rabia, apuntaba también alguna de las características más virulentas de este vampirismo tan poco glamouroso.
También recuerda, desde luego, a trabajos anteriores de Del Toro, a las aventuras científicas y folklóricas de Hellboy y, sobre todo, a las bases vampíricas de Blade II. Esta cepa vampiro funciona como un virus implacable que transforma a sus víctimas en unas criaturas que apenas conservan ya nada de humano y que, seguro, nunca se enamorarán de una adolescente torpona. Estos vampiros son, de nuevo (ya era hora ) monstruosos y amenazantes, manteniéndose todo lo lejos posible de una imagen romántica y sensualidad. Todo en ellos es muerte y corrupción. Y, por supuesto,guiña al maestro, a Bram Stoker, con la presencia del cuarteto de cazadores de vampiros liderados por un anciano ( la escena del Amo en la habitación del Doctor Goodweather es el reflejo actual de la subyugación de Mina por Drácula en el sanatorio del doctor Sewell ).

Los vampiros de 30 días de noche en su versión cinematográfica.



Visto lo visto, ¿usted dejaría pasar la ocasión de llevarla a la pantalla antes de que su propio creador se decida a plasmarla en imágenes? A la Fox, si. Hace cuatro años que Del Toro presentó The Strain como un argumento para la cadena: “ Era un completo adicto a ‘The Wire’ y pensé que podríamos trasladar ese tipo de realidad a una pandemia vampírica. Fui a la Fox con una propuesta de 12 páginas y ellos me dijeron: “Nos gusta, ¿puedes transformarlo en una comedia? “”.
Nada más lejos de su intención, del Toro se fue con sus folios bajo el brazo y, cual no sería su sorpresa al ver el estreno de otra serie de la cadena, “Fringe”, que comienza en un avión que, en mitad del trayecto, deja de dar señales de vida.¡Vaya con J.J. Abrahams!
Sea como fuere, aquellos que después de la magnífica Trilogía de Barrow ( los fantásticos cómics de Steve Niles y Ben Templesmith, editados en España en 2003 por Devir: “30 días de noche”, “Días oscuros” y “Regreso a Barrow” ) os hayáis quedado con sed , ahora podéis dar un sorbo a Nocturna.






Del Toro habla de Nocturna.



Trailers de novela: lo último.

En la fansite de Del Toro.

3 comentarios:

Toronto dijo...

Pero hay que ver como le gustan los monstruos! Nocturna tiene muy buena pinta. Del Toro también podría haber hecho un cómic porque dibuja estupendamente. Y por si no vio esto el sábado, aquí se lo pego: http://www.elpais.com/articulo/narrativa/Pandemia/vampirica/elpepuculbab/20090613elpbabnar_1/Tes

La Abutrí de Getafe dijo...

Jo,cuando era adolescente siempre quise un novio vampiro,me gustaba eso del mordisco en el cuello era tan erótico...Sin enbargo la vida no me dió vampiros pero si a algún que otro payaso!!.

Luciana dijo...

Me lo han recomendado mucho, pero por acá aún no llegó.
Será cuestión de esperar.